“He buscado por todos los lados y no he podido encontrar Homing de Elswyth Thane,” rumiaba mi hermana, “Tengo todos sus libros menos éste y lo quiero con locura…”
¡Un proyecto!
En cuanto llegue a casa, pregunto a mi brillante, sabe-hacer-todo-bien-incluso-reformas-de-la cocina-marido si podría buscar un libro, que tengo mucho interés en encontrarlo.
Pasó un mes, llegó el día de mi cumpleaños y una caja enorme fue dejada delante de nuestra casa. Iba dirigida a mi marido así que la arrastré como pude dentro de la casa y esperé la hora de su almuerzo para llamarle.
“Oye, una caja enorme llegó para ti esta mañana….” Empezaba yo pero él me interrumpió, emoción y anticipación vibrando por la línea de teléfono.
“¡Ábrela! ¡Ábrela! Te va a encantar. He buscado y buscado para encontrarte esto….”
Abrí la caja, con un miedecillo de encontrar más platos para añadir a nuestra colección de vajilla; pero no, la caja estaba llena de libros.
“¡Libros!” exclamé, algo confusa, me chiflan los libros pero estos eran un surtido bastante ecléctico.
“Verás,” dijo mi marido, “Tuve que comprar el lote entero para conseguirte “Homing”, el que querías de verdad. ¡Feliz cumple, amor!”